La empresa deberá desembolsar parte de las cantidades económicas
necesarias para su puesta en funcionamiento, si es una empresa individual,
estas aportaciones se realizan en solitario; en el caso de que se trate de una
sociedad, el dinero procederá de los socios en función de su grado de
participación configurando el capital social.
Es posible que no contemos con suficiente dinero pero es
importante aprovechar al máximo los recursos que tenemos para reducir la inversión inicial.
Podemos plantearnos, como hizo Steve Jobs, comenzar a trabajar en el garaje de casa o en
nuestro domicilio, también vender la videoconsola o utilizar el ordenador personal para la
empresa.
Otras formas de financiación que se incluyen en los recursos
propios son las siguientes:
“Family, Friends and Fools”
Podemos solicitar dinero de nuestro círculo más cercano, lo que
se conoce como las tres “F”: Family, Friends and Fools” (familia, amigos y locos). Suelen
ser menos exigentes en los requisitos para prestar el dinero, incluso pueden contentarse con
la devolución del capital sin ningún tipo de contraprestación. Pero, ¿qué ocurre si el
negocio no funciona o no se puede devolver el dinero en el tiempo previsto? El gran problema
con esta fuente de financiación es que puede ser causa de conflictos con aquellos que
accedan a facilitar capital. Sí tienes bien claro todos los recursos que necesitas y te
organizas, esta opción puede ser de gran ayuda para empezar un pequeño negocio.
El inversor angelical o business angel:
Una opción que implica una participación directa dentro del
negocio y que puede ser interesante cuando se tiene un gran proyecto cuya inversión inicial
es relativamente grande son los business Angels, los Inversores Ángeles. Se trata de
inversores particulares que están o han estado vinculados con el mundo de
la empresa y que tienen deseos de invertir en pymes con buena proyección de futuro.
Pretenden obtener una rentabilidad a medio plazo (normalmente de 3 a 5 años) al
revender su aportación a un mayor precio del invertido. Un inconveniente que puede tener
este tipo de socio es el de otorgarle demasiado poder y que el emprendedor pierda el control
de su propio negocio. Otro inconveniente es que, por lo general, un inversor no tiene la
misma pasión que el emprendedor por el negocio, a él solo le interesa ver que su
dinero se multiplique y podría ejercer gran presión al exigir resultados.
Se diferencia del prestamista en que suelen aportar su
experiencia profesional y facilitar el contacto con clientes y proveedores.
Los ángeles típicamente invierten sus propios fondos, no como
las entidades de capital riesgo (o venture capitalists), quienes administran
profesionalmente dinero de terceros a través de un fondo.
Un número cada vez mayor de ángeles inversores se están
organizando en redes, grupos o clubes de ángeles para compartir esfuerzos y
unir sus capitales de inversión.
Investiga en Internet
quiénes son los business angels que invierten en tu provincia y si están organizados
en grupo.
Las Sociedades de Capital Riesgo (Venture Capital)
suelen ser entidades financieras que aportan temporalmente capital a otras
empresas, y que una vez que se consolida la situación económica de las mismas, retiran la
inversión. En algunos casos se trata de empresas que sólo buscan un beneficio, y en otros se
trata de entidades creadas por Instituciones Públicas, por ejemplo las Comunidades
Autónomas, que buscan fomentar la actividad económica de una región, comarca o sector. Su
objetivo es que la empresa crezca y se consolide para, en un plazo de 2 a 8 años, vender su
participación y obtener una plusvalía. Se diferencia de los Business Angels en que suelen
realizar una mayor aportación de capital, por lo que asumen más riesgo ya que tiene
una perspectiva a más largo plazo.